En este rubro, nuestro Departamento también es una columna vertebral en la Facultad, con una alta tasa de publicaciones de excelente calidad (WOS, Q1/Q2). Además que académicos de nuestra unidad se han adjudicado en diversas ocasiones proyectos internos de docencia e investigación, así como proyectos prioritarios como Fondecyt de Iniciación, Fondecyt Regulares, entre otros.
Esta unidad académica es dinámica y con una alta capacidad de adaptación a los cambios. Durante la pandemia, la transición de la presencialidad a la virtualidad fue efectiva; y el retorno a los espacios físicos está siendo de forma paulatina y ordenada, con un aprendizaje de por medio: el mejor uso de las herramientas tecnológicas y la virtualidad como un aliado para recortar distancias. En este minuto, varios de nuestros docentes están preparándose para una nueva modalidad: clases híbridas en las que se combinan estudiantes que asisten presencialmente a la sala de clases, y otros que acompañan el curso en tiempo real de forma on-line.
El estallido social también sumó a la reflexión de nuestro desempeño como docentes: que el espacio universitario no sea una burbuja aislada de la sociedad, que el académico sea más empático con la realidad socioeconómica y psicoemocional de nuestros estudiantes, los cuales muchos de ellos son foráneos que se trasladan de zonas rurales, y otros desde comunidades mapuche; porque la interculturalidad se vive día a día en nuestra Universidad.